A todos los jugadores, entrenadores y federaciones de fútbol. A todos los fans y periodistas. A cualquiera que simplemente se preocupe por los derechos humanos. Sigan hablando de la Copa del Mundo de Qatar. Continúe la discusión. Continúe expresando su apoyo a los trabajadores migrantes. Escribe, bloguea o tuitea sobre ellos. Publica declaraciones. Hablar alto. Ejercer más presión sobre Qatar y la FIFA. ¿Por qué? Porque funciona. Y los trabajadores, créanme, lo aprecian. Via |
Á. Rigal