Si crees que has tenido un mal día en el trabajo, piensa en la pobre Betty Lou Oliver, que estuvo a punto de morir dos veces seguidas. Primero, un avión se estrelló contra el Empire State Building, donde trabajaba, y después, el ascensor en el que viajaba se precipitó 75 pisos. Sin embargo, sobrevivió a ambos incidentes, con graves lesiones, y vivió otros 54 años. Betty sigue figurando en el libro Guiness de los récords como la persona que ha sobrevivido a la caída más alta en un ascensor.
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