Durante los días siguientes al atentado de Boston, a 15 kilómetros al suroeste de Damasco, en Jdeidet al-Fadel, morían docenas de sirios. El recuento varía: desde al menos 85 a más de 250 personas. Pero el mundo estaba pendiente de Boston, donde murieron 3. Algunos culpaban de este desprecio a los medios y a la falta de sensibilidad occidental. Quizá sea así. Pero es más natural de lo que parece, por estos tres motivos...
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