Aunque te parezca mentira, este carismático señor no es Pablo Motos dentro de 50 años, sino nada más y nada menos que el inventor del teléfono móvil, Martin Cooper. Pues bien, el hombre afirma que los smartphones de ahora son demasiado complicados, y que en el futuro los dispositivos móviles irán implantados bajo la piel, cerca del oído. (Qué tiempos aquellos… la producción del teléfono móvil [de la imagen] costaba el equivalente actual de un millón de dólares, y pesaba dos kilos.)
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