La bióloga Sophie Lanfear había escuchado historias de que en una pequeña isla rusa, docenas de morsas estaban trepando una colina y arrojándose por un precipicio. Se encaminaron hacia allí. Al llegar, se estremecieron al contemplar la estampa de estos mamíferos semiacuáticos acercándose al borde y dejándose caer. No estaban preparados para el 'shock'. En el documental, Lanfear aparece con lágrimas en los ojos. "Es lo peor que he grabado nunca", dijo uno de los cámaras.De las morsas, por desgracia, se conoce aún muy poco.
|
etiquetas: morsas , suicidio , inteligencia animal