Alguien tuvo el "mal gusto" de morir en un supermercado, al parecer de muerte natural, a metros de las cajas recaudadoras. Nadie detuvo su quehacer, el resto de las cajas siguió funcionando, los clientes siguieron comprando (quizás hasta la música ambiental siguió sonando), mientras la policía llevaba a cabo el procedimiento de rigor y sus familiares lloraban. Como cantaba Chico Buarque en Construcción: Murió a contramano entorpeciendo el Sábado.
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