La salud dental de una persona depende de tres factores: la higiene dental, la genética y la labor del dentista. Me gusta compararlo con un taburete de tres patas: es conveniente que tenga las tres en buen estado, ya que si no, terminará por caerse al suelo y romperse. Si una pata está algo más débil, las otras dos podrán aguantar durante un tiempo, pero, al final, la estabilidad del taburete se resentirá. De todas formas, también es cierto que no todas las patas soportan el mismo peso. Hoy vamos a hablar de la más importante: la higiene dental
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