El 21 de julio de 2014, el ministerio de defensa ruso declaró que tenía pruebas de la presencia de un caza ucraniano SU-25 a 3 km del Boeing de Malasyian Airlines derribado días antes. Según esta versión, sus radares detectaron una aeronave cerca del MH17 mientras se desintegraba en el aire. En la conferencia de prensa de hoy, días antes de la publicación del informe de investigación criminal del caso, la historia ha cambiado completamente.
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