C&P: Después de la independencia de la URSS, las aldeas de Kirguistán son sitios destartalados y arruinados, escenarios de la desesperación. Los jóvenes capaces se van a la capital o a Rusia en busca de cualquier empleo. Pero todo es diferente para un pequeño caserío de montaña que tiene una secreta mina de oro. En los años 40, geólogos soviéticos descubrieron oro en la aislada provincia de Naryn. Pero el mineral no se explotó hasta que el colapso económico de los años 90 obligó a los “geólogos salvajes” de la aldea hacer su propia explotación.
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