Dentro del creciente caos reinante en Egipto, donde no cesan las protestas que exigen una transición democrática, pocos son los indicios que permiten ver el futuro con optimismo. Los manifestantes egipcios siguen estando en el punto de mira de la represión militar, que los hace callar con balas de goma, perdigones y un potente gas tóxico cuyo uso está prohibido. Después de quedar expuesto a un agente conocido como gas de CR, varias personas han muerto por asfixia, mientras que los que han recibido tratamiento médico se cuentan por miles.
|
etiquetas: egipto , militares , revolucion , gases toxicos