Todo lo demás son palabras. Grecia, Portugal, Irlanda y España han aprobado planes de austeridad por obligación: los mercados mandan, los Gobiernos obedecen, esa es la cruda realidad cuando un país ha vivido por encima de sus posibilidades, cuando la política económica es tan discutible. El caso alemán es diferente. Alemania se ha beneficiado de la crisis fiscal de la periferia de Europa. Los tipos de interés de su deuda están en mínimos históricos. Su posición fiscal no requería ese tipo de medicina.
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