Don Alberto Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana, ha ordenado a sus consellers y a los altos cargos de sus departamentos que «hagan un esfuerzo económico para que no gasten más de 20 euros en las comidas de trabajo». No de su bolsillo, sino de los presupuestos públicos. Antiguamente (antes de 2009) lo mismo les daba 70 que 90 euros. Lo sé. Los he visto. Me lo han contado, confidencialmente, mis camareros de cabecera y ciertos hosteleros. Fueron los años del ¡qué bello es vivir! (a costa de la plebe y de los presupuestos oficiales).
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