Su cuerno es la mayor condena de los rinocerontes africanos. La superchería sobre sus propiedades medicinales está incentivando el florecimiento de su caza furtiva por la demanda de una creciente clase burguesa en países aún oficialmente comunistas, como Vietnam y China, que puede pagar a mafias organizadas para abatir a estos animales. En 2011, si nada lo impide, caerán 400 ejemplares.
|
etiquetas: rinocerontes , caza furtiva