“En esta empresa cada día que sabía que tenía un masaje de riesgo, con un hombre sola en una sala sin comunicación, sin un botón del pánico y trabajando en bañador, pasaba las noches sin dormir. Esta situación me ha llevado al hospital en varias ocasiones. Es muy duro ir a trabajar sin saber si vas a tener que luchar para que no te toquen o algo peor”. Son palabras de Elena Zurita, extrabajadora de Hammam Andalusí Baños Árabes de Jerez. Fue despedida cuando denunció su situación y este miércoles tendría que haberse celebrado el juicio.
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