Plantas bajas, garajes y sótanos se convirtieron el 29 de octubre en auténticas trampas mortales para los vecinos de los municipios afectados por la DANA. Así lo reflejan los datos del lugar en el que fueron localizadas las 218 víctimas mortales de la riada. Más de la mitad de ellas hallaron la muerte en espacios cerrados, principalmente en sus propias viviendas o en garajes subterráneos cuando trataban de sacar sus vehículos. Un simple mensaje de alerta a tiempo informando de que debían subir a espacios elevados habría salvado muchas vidas.
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Simplemente un aviso a tiempo habría salvado muchas vidas