La justificación que ofrecieron entonces sus responsables para el desalojo era la de intentar paliar unas pérdidas económicas de 1,4 millones de euros. El Refugio cerraba su residencia para mantener el reparto de comida a los necesitados y el colegio concertado donde acudían 300 alumnos, aseguró en una carta enviada a los residentes, en la que detallaba sus cuentas. Pero no comunicaba cuál era el destino previsto para el edificio de la calle Pez, una vez vaciado de ancianos.
|
etiquetas: marido , esperanza aguirre , hostel , residencia de ancianos , madrid