Un estudio analiza la relación entre tener una conducta agresiva, dominante y egoísta, y alcanzar posiciones laborales de poder. Conductas como la intimidación podrían suponer ventajas; pero quedan canceladas por la poca capacidad de establecer alianzas personales. En los ambientes profesionales es típico el comentario “ese ha llegado a jefe siendo mala persona”. Muchos trabajadores han conocido algún individuo con un puesto de responsabilidad que es egoísta, manipulador y agresivo. Lo que no está tan claro es si esas características de la pers
|
etiquetas: mandar , no hace falta ser ‘borde’ , personalidad , desagradable , no ayuda