El 20 de julio, el Tribunal Superior de la Ley Islámica del Estado malasio de Pahang condenó a Kartika Sari Dewi Shukarno, de 32 años y madre de dos niños, a recibir seis golpes de vara por haber consumido alcohol. Kartika se ha convertido en la cara visible de decenas de miles de personas que han sufrido castigos de flagelación en Malasia en los últimos años, sin que se les haya prestado la misma atención. Ciberacción de Amnistía Internacional para pedir al gobierno de Malasia la abolición de esta pena.
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