La dirigía con éxito una cooperativa de docentes hasta el año pasado, pero el Ayuntamiento la sacó a concurso para ahorrar Ahora, la empresa que se hizo con la gestión de La Caracola rechaza renovar el contrato porque las cuentas no le salen. Para reducir costes, los mismos profesores se encargan de la limpieza del centro y se raciona la calefacción
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