Cada mañana, Kevin Federici esteriliza una aguja de coser y se prepara para pinchar a su hija en todo el cuerpo. La bebé trata de impedirlo con todas sus fuerzas, pateando, gritando y retorciéndose, mientras que la suegra de Kevin intenta sostener a su nieta. Este proceso puede tomar tres horas, a veces cuatro o cinco.
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