Alba es maestra en un barrio marginal de Buenos Aires. Trabaja día a día con la pobreza y los entornos familiares conflictivos. Buscando un modo de enfrentar la violencia que había entre sus alumnos, Alba intentó detectar algo que les interesara. Entonces notó que cuando les daba la espalda para escribir en el pizarrón, a modo de desafío a su autoridad, los chicos se dedicaban a tamborilear ritmos sobre los bancos. Un día les dijo: "Eso que hacen me parece extraordinario, saben lo que vamos a hacer, vamos a armar una murga". Ayer fue premiada.
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