La polémica sobre el orígen de Madrid no es nueva y la poca importancia que se le ha dado tampoco. Recordemos lo ocurrido en 1996, cuando el Ayuntamiento negó que los restos encontrados en las excavaciones en la plaza Oriente no tenían ningún valor arqueológico, obviando todos los informes emitidos por profesionales que mantenían lo contrario. Y que terminaron con el mantenimiento de una atalaya árabe que hoy, podemos ver si pasamos con el coche por el subterráneo de la calle Bailén.
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