El resultado de conjunto es un espacio público depauperado, en el que progresivamente desaparece el comercio tradicional mientras las áreas comunes se reurbanizan a partir de un minimalismo disuasorio que propone espacios sin referencias, elimina los elementos que favorecen su ocupación (bancos, árboles, jardineras, zonas de juegos) y extiende la vigilancia. Calles y plazas se reciclan así en meras vías de circulación peatonal entre la oferta de consumo.
|
etiquetas: urbanismo , madrid , espacio público , comercio tradicional