El Homo Cabizbajo mira para otro lado básicamente en las cuestiones fundamentales que escapan a su egoísmo. Engulle lo que le echen y canibaliza su propia decencia al aceptar la corrupción, condena de propios y extraños. No deja de ser curioso que esta humanidad concentrada en la mirada hacia abajo esté alcanzando unos niveles de sometimiento y sumisión incompatibles con la dignidad.
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etiquetas: sumisión , insensibilidad , dignidad , ensimismamiento