Durante 36 insoportables días sufrió un intenso dolor que se iniciaba en la zona del cuello y que le recorría toda la cabeza. Durante 36 días ese malestar físico convirtió en una tortura cada una de sus maratonianas jornadas laborales de limpiadora, de las 5:00 de la madrugada a las 14:00 de la tarde. Durante 36 días que se le hicieron eternos no paró de ingerir, por prescripción médica, ibuprofeno, paracetamol, diazepam y nolotil, con tal de aplacar los dolores que sufría mañana, tarde y noche.
|
etiquetas: aneurisma , ibuprofeno