La industria discográfica española vive tiempos de pesadilla: las ventas han caído tanto que se puede llegar al número uno de las listas despachando cuatro o cinco mil discos. Las cifras producen tal vergüenza que se ocultan: quien tenga la oportunidad de echarlas una ojeada, pensará que en todos los números falta un digito...No se venden discos. Nadie se arriesga. La música es toda igual. Los discos son caros. Los conciertos son caros. Pero uno no puede dejar de mostrar admiración por los que siguen bombeando música, sean creadores o disqueros
|
etiquetas: disco , ventas