El gabinete de crisis de Mariano Rajoy no entendía a media mañana las dimensiones del desastre, hasta que el teléfono de la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría sonó. Era el líder del PSC, Miquel Iceta, que amenazaba con dar un paso al frente que dejaría aún más en evidencia al Ejecutivo. Esa conversación lo cambió todo. La número dos del Gobierno transmitió al resto de responsables del operativo del 1 de octubre: "El PSC saldrá a votar si no retiramos a la Policía"
|
etiquetas: cataluña