Ya sabemos que adoraba a los niños. En las imágenes aparece retratado junto a ellos, afable, cariñoso, divertido. En ocasiones les toca la cara o les sonríe. Sus favoritas eran las niñas de Goebbels, que le siguieron hasta el búnker en su triste final. Parecía tener debilidad por las niñas rubias, con las que aparece en multitud de fotografías. Hay abuelos que les presentan a sus nietos, madres que le acercan a sus bebés, alegres muchachos vestidos de tiroleses.
|
etiquetas: hittler