Yo estaba muy feliz. Mi novia y yo habíamos andado por más de un año, y decidimos casarnos. Mis padres nos ayudaron en toda forma posible, mis amigos me apoyaban, y mi novia era un sueño. Solo había una cosa que me molestaba mucho, y era la mejor amiga de ella. Era inteligente y sexy, y a veces flirteaba conmigo, lo que me consternaba. Un día, la amiga de mi novia me hablo por teléfono y me pidió que fuera a su casa a ayudar le con la lista de los invitados a laboda. Así que fui para allá.
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