Denunciar malos tratos por parte de tu hija y verte obligada por auto judicial a marcharte de tu propia casa. Esto es lo que le ocurre a una leridana de 62 años. La historia comienza el 17 de abril cuando se produjo una discusión familiar. "Llevo mucho tiempo sufriendo malos tratos por parte de mi hija y ese día se colmó el vaso. Llamé a los Mossos d’Esquadra porque me pegó. Los policías me dijeron que la denunciara y así lo hice. Pero, para mi sorpresa, ella también me denunció por agresión." En la casa vive el exmarido, la hija y tres nietos.
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