El inspector de policía Manuel Morocho viajó en 2009 a Ginebra, Suiza, para buscar el botín de Gürtel. Arturo Fasana, detenido en España, confesó que gestionaba fortunas españolas. Fasana solo estaba obligado a entregar información sobre los investigados. Decenas de millonarios españoles con dinero oculto en Suiza fueron tachados. Uno de los empresarios no tachados acudió al diario El País a desmentir su relación con Gürtel. Este empresario admitió que era cliente de Fasana, pero también "media aristocracia española y el rey Juan Carlos"...
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