Es probable que la próxima revolución en la detección de cáncer de mama venga de México, de la mano de un científico y emprendedor de 18 años. Julián Ríos Cantú inventó EVA, un sostén con biosensores que detecta los cambios de temperatura en los senos y alerta de un posible cáncer. "Mi madre tuvo cáncer de mama en dos ocasiones. En la segunda vez, la mamografía no detectó un tumor en fase 3 y le tuvieron que hacer una doble mastectomía. Me di cuenta que los métodos de detección eran muy falibles y me dediqué a buscar otra solución", cuenta.
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