La crisis nos ha permitido ver lo inútil de muchas de nuestras infraestructuras. No es que las dificultades económicas las hayan arrastrado a la inutilidad. No. Siempre lo han sido, pero ahora tenemos la percepción colectiva de que lo son. De que nos hemos gastado centenares de millones de euros en comprar jarrones chinos y ahora nos damos cuenta de que son improductivos e inservibles. Y, además, demasiado caros de mantener.
|
etiquetas: jarrones chinos , geografía española