Durante la pandemia, numerosos países del Viejo Continente establecieron impuestos a los denominados a las grandes firmas por los "beneficios caídos del cielo", con el objetivo de equilibrar la recaudación tributaria a través del gravamen a estos colosos, pertenecientes a sectores como la energía, que se lucraron de forma extraordinaria en aquel periodo. Posteriormente, Moncloa siguió por esta línea e implementó, en 2023, un impuesto temporal para las grandes fortunas. La tendencia se ha extendido en el Viejo Continente ya que Francia también e
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