“Desperté con una luz enceguecedora en mis ojos”, recuerda Mahmoud. Agentes de policía sacaron de su cama al niño palestino de 14 años y se lo llevaron con los ojos vendados. En el camino recibió golpes: “Me pegaron fuerte y yo tenía mucho miedo”. El testimonio de Mahmoud es un ejemplo de la manera como el ejército israelí actúa en los territorios ocupados palestinos contra niños de entre 12 y 17 años, dice Gerard Horton.
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