Carlota y Jorge se casaron en octubre de 2009 en la embajada de España en Dublín, ciudad en la que residen desde hace cuatro años. No pueden registrar a su bebé, nacida en diciembre, porque el estado irlandés se niega a inscribirla como hija de padres casados. Aunque cumplían los requisitos, Irlanda no reconoce su matrimonio, una situación que podría extenderse a medio centenar de parejas.
|
etiquetas: irlanda , bodas , embajada , expats