Ellas nos quieren guapos y limpios, nosotros las queremos ídem, y no siempre es fácil. Cada mañana hay que lavarse, afeitarse (o depilarse), ponerse crema, peinarse (lo que nos quede de pelo), cepillarse los dientes y, finalmente, vestirse. Hombres y mujeres en la historia han contribuido al ritual. A todos ellos les estoy enormemente agradecido. Y luego está el señor Gillette: cómo su ingenio y ambición le llevaron a crear uno de los inventos más populares de nuestra actual civilización. King Camp Gillette nació en 1855.
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