El 9 de marzo de 2001 se encontraron en la estación de tren de Kassel el informático Armin Meiwes y el ingeniero Bernd Jürgen Armando Brandes. Se dirigieron a casa de Meiwes y acordaron que éste devorase el pene de Brandes, lo matase y también consumiese el resto de su cuerpo. Brandes tomó veinte pastillas analgésicas para reducir el dolor... ¿Por qué condenar a una persona que, haciendo uso de su libertad individual y sin causar perjuicio alguno a un tercero, llega a un acuerdo con otra que actúa con la misma libertad?
|
etiquetas: ladrones , cuerpos , prostitución , suicidio , libertad , gestación