Hemos desplazado un enjambre de abejas sin protección y las hemos reubicado en una nueva casa. El transporte de las abejas ha sido en una caja abierta en el asiento delantero de una furgoneta. Impresionante la manera de coger cientos de abejas con su mano sin miedo alguno. Quizás no sean unos insectos tan peligrosos como creíamos... ¡Asombroso!
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