Fue una migración sin precedentes. La población de la ciudad entre 1960 y ahora se redujo en dos millones para llegar a los 700.000 de hoy. Y hace un año y medio las autoridades de Detroit declararon la quiebra de la ciudad. Hace un par de años, muchos daban por perdida a esta otrora gran ciudad, víctima de un colapso económico y el éxodo de cientos de miles de sus habitantes, dejando barrios enteros vacíos. Pero hoy las cosas son distintas.
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