Las «ayudas» del Gobierno de Rajoy se traducen en un mayor endeudamiento con las entidades financieras y en un aumento de los fondos destinados a pagar el coste de los préstamos. El plan de pago a proveedores le costará a la Generalitat alrededor de 1.700 millones de euros sólo en intereses. El gobierno de Fabra podrá atender algunos pagos pero, en realidad, lo que hace es «cambiar» cromos: deuda comercial por financiera. Los «números rojos», únicamente, se mudan de epígrafe. Y, además, engordar los intereses a pagar a los bancos.
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