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Incompetencia y corrupción. (Opinión)

La incompetencia política es por sí sola, en sí misma, una forma de corrupción. Y de las peores, por cierto. El político incompetente, inútil y/o nefasto para el cargo que ocupa, a menudo no puede evitar, encima, machihembrar su incompetencia con otras formas de corrupción, pues el político que carece de lo que hay que tener para serlo, a saber, formación, honestidad, ideología, integridad, criterio, cultura, empatía, talento y pericia, no es sino un títere en las manos de quienes buscan, por cualquier atajo y no importa qué medios, el poder.

| etiquetas: opinión , incompetencia , corrupción

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