Si te declaras abiertamente racista, odias a las mujeres y a los pobres y encima te presentas como candidato para presidir un país, uno de esos analistas de moda, cuyo punto de vista se sigue basando en la ingenuidad de que los seres humanos nos movemos impulsados por decisiones racionales, hubiera dicho sin pestañear que el candidato en cuestión no tiene ni la más remota probabilidad de ganar. Es muy fácil preverlo, nos habría asegurado. Las mujeres no le van a votar, tampoco los demás grupos que se sienten increpados. Pero no sucede así.
|
etiquetas: crisis política , extrema derecha , individualismo , odio