Nos encanta usar herramientas como ChatGPT o Midjourney, pero hace ya tiempo que sabemos que hacerlo no sale en absoluto gratis. La capacidad de cálculo necesaria para responder a nuestras peticiones es enorme, y también lo es la cantidad de energía (y agua) que se estima es necesaria para hacer frente a la demanda de este tipo de soluciones. En ARM creen que la cosa será preocupante muy pronto.
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