Un día después de que el huracán Otis tocó tierra en Acapulco provocando inundaciones masivas y desatando saqueos, la ciudad turística de casi un millón de habitantes se sumió en el caos: los residentes no tienen electricidad ni internet. Las primeras cifras de víctimas hablan de 27 muertos y 4 desaparecidos, según las autoridades mexicanas. Las primeras imágenes y testimonios mostraban una enorme devastación, árboles derribados y líneas eléctricas sumergidas en aguas enlodadas que, en algunas zonas, que se extendían por kilómetros.
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