La muerte de Rayan podría haberse evitado si las bombas de infusión de la que parten las sondas que hasta el pasado lunes mantenían con vida al bebé hubieran contado con un sistema de alarma. Precisamente el hospital madrileño Gregorio Marañón lo iba a instalar ayer en su Unidad de Neonatología, pero la mala suerte pudo, una vez más, con la familia El Huarachi.
|
etiquetas: rayan , negligencia