Anthony Owens, un pastor protestante de 35 años, casado con ocho mujeres, no aprendió su lección entre rejas tras ser condenado por poligamia y al salir de la cárcel ha pedido la mano de otras cuatro.Por ahora, Owens no tendrá que aguantar ninguna pelea con ellas, pues ha vuelto a prisión, aunque no por sus líos de faldas sino por violar las condiciones de la libertad condicional, que le prohibían salir del estado de Georgia, según relató el diario The Atlanta Journal Constitution.
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