Si un hombre solo puede obedecer y no desobedecer, es un esclavo; si solo puede desobedecer y no obedecer, es un rebelde (no un revolucionario); actúa por cólera, despecho, resentimiento, pero no en nombre de una convicción o de un principio. Sin embargo, para prevenir una confusión entre términos, debemos establecer una importante diferencia. La obediencia a una persona, institución o poder (obediencia heterónoma) es sometimiento
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