Un vecino de Colloto (Asturias) estaba empeñado en que un desconocido le pagase unas copas. Hasta tal punto que le golpeó y le tiró al suelo para conseguirlo. A los pocos días del suceso los dos se volvieron a encontrar en una sidrería. «¿No me tendrás en cuenta lo del otro día? Anda, tómate algo, que pago yo», le dijo el agresor a su víctima, con una sonrisa por medio.
|
etiquetas: violencia , sociedad