El varón, a última hora de la noche del sábado, al verse en la calle, parece que enloqueció, cogió un martillo de albañilería de grandes dimensiones y arremetió contra los escaparates de tres entidades bancarias reventando las cristaleras y los cajeros automáticos. En ese momento, una pareja de agentes de la Policía Local de Palma, que se dirigían al cuartel de San Fernando para iniciar el turno de noche, escucharon un ruido ensordecedor y acudieron para ver que sucedía. En ese instante se percataron de que el africano, con la maza...
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